Un grupo de
científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, ha desarrollado
ahora un sistema vascular sintético que restaura el rendimiento mecánico de
dichos materiales afectados por un defecto de gran tamaño.
El material
en concreto es un plástico que se inspira en el aparato circulatorio de
organismos vivos y su mecanismo consiste en una red microscópica de canales con
dos líquidos diferentes. Al sufrir un daño, esta red microscópica de tuberías
se rompe y el material "sangra". Los dos líquidos se mezclan para
formar un gel que se extiende por el hueco causado por el daño, rellenando las
grietas y agujeros. Posteriormente el gel se endurece, pero sigue siendo poroso
para permitir la "circulación" de ambos líquidos otra vez.
Esta
técnica puede reparar un agujero con un diámetro de alrededor de 1 centímetro y
grietas que se expanden hasta un radio de unos 3,5 centímetros. Este sistema podría, algún
día, ser integrado en las alas de los aviones o en los componentes de una nave
espacial para que puedan repararse de forma automática en pleno vuelo.
La he
escogido porque me llama la atención el cómo materiales artificiales pueden
comportarse como materiales vivos auto regenerándose ellos mismos como ocurre
con las células humanas. Considero que pueden ser muy útiles en las grandes
obras de ingeniería donde es difícil reparar los daños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario