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jueves, 31 de octubre de 2013

EL SOL EMITE 26 LLAMARADAS EN UNA SEMANA.

La NASA analiza 23 de las 26 llamaradas solares de tipo X y M (mayor nivel en la escala de potencia) que ha registrado entre el 23 y 28 de Octubre.

La radiación que emite la llamarada puede atravesar los sistemas de comunicación, pero no la atmósfera ni a los seres humanos.

El sol, a finales de 2013, alcanzará su punto álgido. La NASA dice que las llamaradas solares son explosiones de radiación de gran alcance.Esta llamarada no viene asociada a una tormenta de radiación solar, aunque la llamarada ha causado un apagón de radio en la parte del Océano Pacífico.

La NASA ha confirmado que esta llamarada viene unida a otro fenómeno llamado eyección de masa coronal. 

La eyección de masa coronal es: un suceso que ocurre en la superficie del sol, específicamente en la corona y las partículas solares son expulsadas a gran velocidad.








Las consecuencias de las eyecciones de masa coronal son las aurora boreales.

La aurora boreal es un brillo que aparece en el cielo nocturno, especialmente en las zonas polares.

Cuando fue descubierto el ciclo solar en el año 1843, los investigadores vieron que es normal que se produzcan varias llamaradas al día.

Fuentes:

sábado, 9 de junio de 2012

SUMERGIDOS EN UN MAR DE RADIACIONES


Es verdad que los seres vivos del planeta Tierra hemos estado a lo largo de toda la evolución expuestos a muy diversas radiaciones electromagnéticas terrestres, solares o cósmicas pero no es menos cierto que los niveles de intensidad de determinadas frecuencias se han visto multiplicados por cientos, miles o millones de veces en lo que va de siglo.
Nuestro espacio vital actual está repleto de ondas electromagnéticas de baja y alta frecuencia de procedencia totalmente artificial. Entre las de baja frecuencia, hallamos fuentes tan familiares como las líneas de alta tensión, los transformadores eléctricos, electrodomésticos, maquinarias eléctricas y los equipos informativos como los ordenadores de pantalla de tubo catódico. Y entre las ondas de alta frecuencia, tenemos las emisoras de radio y de televisión, las redes de telefonía móvil, controles de tráfico aéreo, satélites de telecomunicaciones, bien meteorológicos, bien militares, etc.
En suma un panorama que puede resultar abrumador si investigamos a fondo las implicaciones sobre la salud física, mental e, incluso, emocional de la exposición puntual o permanente a tales ondas electromagnéticas.