Este último, también conocido como el “gen del guerrero”, controla la producción neurotransmisor llamado dopamina. Si su actividad disminuye, y el portador además consume alcohol, cocaína o anfetaminas, se produce una explosión de dopamina que potencialmente puede llevar a la comisión de delitos violentos.
He decidido hablar sobre este tema porque me a parecido muy curioso la influencia que tienen algunas sustancias en nuestro organismo para cambiar nuestro comportamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario