El trabajo,sostiene que el ojo funciona como un aparato fotográfico, donde las células ganglionares de la retina actúan a modo de píxeles y permiten obtener unaresolución máxima de un megapíxel.El incremento de la resolución a través de la interpolación es algo habitual en el tratamiento de imágenes digitales. Sin embargo este proceso tiene una deficiencia: reduce el contraste local, lo que hace que las imágenes se vean desenfocadas. En el caso del ojo humano, este problema queda solventado gracias a dos tipos celulares presentes en el tálamo que compensan dichos efectos adversos. Los circuitos de la retina y el tálamo implicados en ambas operaciones se generan durante el desarrollo embrionario.
Según los autores, un ojo humano más grande (superior a 25 milímetros) nos permitiría ver las imágenes con una mayor calidad y resolución, pero ello supondría un elevado gasto metabólico y un desmesurado espacio para los axones o cables que lo conectan con el cerebro.
Según los autores, un ojo humano más grande (superior a 25 milímetros) nos permitiría ver las imágenes con una mayor calidad y resolución, pero ello supondría un elevado gasto metabólico y un desmesurado espacio para los axones o cables que lo conectan con el cerebro.
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