Los Premios Ig Nobel son una parodia estadounidense
del Premio Nobel y se entregan cada año a principios de octubre
por los logros de diez grupos de científicos que "primero hacen reír a la
gente, y luego le hacen pensar"
La pasada noche se entregaron los premios
Ig Nobel a las investigaciones más absurdas del año. Así, el Ig
Nobel en Psicología fue a parar a manos de los holandeses Anita Eerland y Rolf
Zwaan y el investigador Tulio Guadalupe (Perú), por demostrar que inclinarse
hacia la izquierda hace que la Torre Eiffel de París parezca más pequeña. Y por
dedicarse a estudiar la dinámica del chapoteo de un líquido para entender lo
que sucede cuando una persona camina mientras lleva una taza de café(y por qué
salpica), al ruso Rouslan Krechetnikov y a Hans Mayer, de los Estados
Unidos, les otorgaron el Ig Nobel en Dinámica de Fluidos.
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Por su parte, el conocido etólogo Frans de Waal y la
estadounidense Jennifer Pokorny se hicieron con el Ig Nobel de Anatomía por
demostrar en Advanced Science Letters que los chimpancés pueden
identificar a otros de su especie con solo ver las fotografías de sus traseros.
El Ig Nobel de Medicina fue para un estudio publicado en World
Journal of Gastroenterology, y llevado a cabo por los franceses Emmanuel
Ben-Soussan y Michel Antonietti, en que se aportaban recomendaciones a los
médicos que realizan las colonoscopias para minimizar las
probabilidades de que sus pacientes sufran una “explosión de gas” durante
el procedimiento.
El Ig Nobel de Física recayó en investigadores
estadounidenses y británicos que calcularon el equilibro de fuerzas que da
forma y movimiento al cabello humano cuando está recogido en forma de cola de
caballo. La empresa SKN de Rusia se hizo con el Ig Nobel de la Paz por
convertir viejas municiones rusas en diamantes, el sueco Johan Pettersson fue
premiado con el Ig Nobel de Química por averiguar qué hacía que se pusiera
verde el cabello de ciertos habitantes de la ciudad de Anderslöv, y los
japoneses Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada obtuvieron el galardón en el campo
de la Acústica por inventar el “SpeechJammer”, un aparato que interrumpe
el discurso de una persona -cuando se pone muy pesada- haciéndole escuchar sus
propias palabras con un ligero retardo.
En cuanto al Ig Nobel de Neurociencias, fue a parar a manos
de los estadounidenses Craig Bennett, Abigail Baird, Michael Miller y George
Wolford por demostrar que los investigadores del cerebro, mediante el uso de
complicados instrumentos y simples estadísticas, pueden detectar actividad
cerebral significativa en cualquier parte, incluso en un salmón muerto
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