jueves, 6 de marzo de 2014

¿Cómo sería un mundo sin abejas?

Las abejas están mermando, y casi dos terceras partes de las plantas cultivadas  destinadas a consumo humano, depende de la polinización por abejas. Sin las abejas dejaríamos de comer almendras, chocolate, manzanas, cebollas, zanahorias, melones, soja…Tampoco saldrían adelante las cosechas destinadas a comida para el ganado, y poco a poco la industria de la carne se vendría abajo. Así, nuestra principal fuente de proteínas pasaría a ser el pescado, y probablemente los océanos quedaran esquilmados ante la gran demanda. Desaparecerían medicamentos y la primavera dejaría de tener color.
Científicos estadounidenses de la Universidad de Virginia dicen que la contaminación está acabando con las fragancias primaverales. En el siglo XIX, las flores olían más que ahora. Las sustancias aromáticas en aquel entonces viajaban desde la flor por el aire hasta llegar a nuestra nariz, y hasta la de las abejas, más de un kilómetro.
Hoy no recorren ni unos escasos 300 metros. Así es más difícil que los polinizadores  las localicen y realicen su labor.
Al principio pusieron la mirilla en un parásito intestinal el Nosema Apis, pero las cosas no cuadraban. “Los síntomas que produce este parásito no coincidían con los de abejas de colonias colapsadas en Europa”, comenta el doctor en veterinaria en el Centro Apícola Marchamalo.
Un científico llamado Higes dice que el causante de la desaparición de las abejas es un parásito, el Nosema ceranae. Hace unos 20 años desde Asia.
 “Las esporas llegaría en cajas importadas con materias apícola y en partidas de abejas(compuestas por un kilo de abejas con una reina)”, explica este experto.
“Es un microsporídeo, un ser minúsculo que se introduce en las células de las abejas adultas y les provoca alteraciones intestinales y envejecimiento prematuro. Así, las abejas de una colmena mueren más deprisa de lo que la reina puede reponer.
Llega un momento en que se rompen el equilibrio y la cohesión social. Esto favorece la aparición de otras enfermedades. Ya conocemos al asesino, pero no sabemos frenarlo. Y mientras la ciencia busca un remedio, las colmenas siguen vaciándose”.
“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre sólo le quedarían 4 años de vida”. Esta frase atribuida a Albert Einstein.

Conclusión:
Como conclusión evidente podemos sacar que el mundo sin abejas no saldría adelante. Como bien he dicho anteriormente, la industria de la carne caería y nuestras proteínas serían solo el pescado. Los mares acabarían quedándose sin pescado y nos quedaríamos finalmente sin proteínas. Ahora mismo los científicos están estudiando para acabar con el parásito que destruye a las abejas, pero actualmente no hay ninguna solución posible.



Bibliografía:
 Páginas Web :


 Revistas: Quo Nº 188. Página 72.

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